A Bridgerton Story
Queen Charlotte
Cuando el tiempo se detiene
Dice la sabiduría popular que las cosas de palacio, van despacio. Pero me suelo preguntar qué se considera despacio cuando en la noche de bodas, los recién casados han de intimar, a veces sin conocerse. Así era, al menos, antaño. Y no podría ser de otra forma para los protagonistas de esta historia y de la Inglaterra de finales del siglo XVIII.
Muchos esperaban este spin-off de la serie original Los Bridgerton, basada en los libros de Julia Quinn. Sin duda, la autora ha creado un universo inspirado en la antigua Inglaterra que el mundo audiovisual ha sabido expandir de la mejor forma posible. Y es que la serie va mucho más allá de la novela, y en este caso, muchos se atreven a decir que es mejor. Una misma, que ha leído la serie literaria y ha disfrutado de su homóloga audiovisual, valora el gran trabajo de los cineastas, no solo en lo que a recrear la Inglaterra de la reina Carlota se refiere, sino (y con gran maestría) ha perfeccionar la trama original haciéndola más compleja, llena de detalles y entrelazándola con otras secundarias.
Así, de hecho, nace la historia de la reina Carlota, puesto que este persona no está incluido en las novelas. Se incorporó a la serie de Netflix con el deseo de situar temporalmente las historias de la familia Bridgerton. Y se aprovechó todas las historias populares sobre el origen étnico de la Reina para ampliar el universo y trasladarlo a una dimensión paralela en la que el racismo habría sido ya superado en el siglo XVIII, llegando a ostentar títulos nobiliarios personas de todas los orígenes. Pero este es otro campo de estudio mucho más amplio y sobre el que se deben estudiar las tres temporadas del universo Bridgerton, no solo este spin-off. Si desea saber un poquito más sobre ello, la misma que escribe estas palabras escribió un artículo cuando la primera temporada de Los Bridgerton se estrenó a finales de 2020: Bridgerton, Cara A y Cara B.
Aunque el personaje de la reina ha sido incorporado por la adaptación, la autora Julia Quinn ha publicado este mismo 2023 una novela con el mismo nombre y escrita junto a Shonda Rhimes, guionista de la serie.
La serie está localizada muchos años antes que la original. Es importante que recuerden esto, puesto que muchos personajes ya mayores que conocemos gracias a los Bridgerton, se muestran ahora en su juventud más resplandeciente para contarnos también un poquito de su historia, como es el caso de Lady Danbury y de Violet Bridgerton, la madre de los protagonistas originales de este universo.
La historia de la reina Carlota es muy real, así como la de su rey Jorge, apodado Granjero Jorge. Y si bien inspira este relato, la serie nos deja muy claro desde el principio que es una serie ficticia inspirada en la historia de Reino Unido.
Dearest Gentle Reader,
This is the story of Queen Charlotte from Bridgerton. It is not a history lesson. It is fiction inspired by fact. All the liberties taken by the author are quite intentional. Enjoy.
Querido y amable lector:
Esta es la historia de la reina Carlota, de Los Bridgerton. No es una lección de historia. Es una ficción inspirada por los hechos. Todas las libertadas que se ha tomado la autora son intencionadas. Que lo disfrute.
Ya aquí nos presentan a Carlota como “la reina Carlota de Los Bridgerton” y no como la reina Carlota de Reino Unido.
Una joven reina negra. La primera de su “especie”. Así se refieren a ella: “the first of your kind”. Y aunque el color de piel o el origen de los protagonistas no ha sido la trama de ninguna de las temporadas Bridgerton, sí lo es en esta nueva temporada de la colección. Y es que ha sido elegida para el “Gran Experimento”. Unir a las dos gentes. Por ello, la elección de la reina no es lo único que ocupa al Parlamento y al Palacio, también otorgar nuevos títulos nobiliarios a las familias negras, que se convierten en parte de la Corte de la Reina.
Pero más allá de este inicio, la trama principal de los protagonistas es el interés amoroso de Carlota y Jorge y cómo se enfrentan a las dificultades en su camino. De hecho, son más bien los demás, la madre del Rey y Lady Danbury, las más preocupadas porque la unión de ambos pueblos sea fructuosa. También otras historias se cuelan entre los minutos de la pareja: personajes que conocemos en la serie original y que aquí se desarrollan puesto que también estamos viviendo su pasado.
La joven Carlota se enfrenta a un matrimonio que no ha elegido y con alguien de quien no sabe más que su nombre y su título de monarca. Y desde un principio, nos dejan claro que para ella no son problemas el atractivo del Rey, el convertirse en reina o cualquier otro obstáculo. Lo único que la enfurece es el no saber. El desconocimiento en el que la guardan sobre lo que será su vida desde el “sí, quiero”. Carlota se lo dice al mismo rey Jorge cuando se conocen al ella intentar escalar un muro y huir de la boda. Le da igual incluso si fuera una bestia. Lo que no le gusta es no saber a qué se enfrenta pues, aunque desde su llegada ha preguntado cómo es el rey, los únicos comentarios recibidos han sido sobre su condición de rey, monarca y soberano; lo que, como bien señala la Reina, es todo lo mismo.
El carácter de Carlota se marca desde un principio con este escenas: es una mujer testaruda, segura de sí misma y sin miedo a hablar. Y desde luego no esperaba una vida como a la que ha sido arrastrada.
Sin embargo, tan pronto como conoce a “solo Jorge” (Just George) cree poder encontrar en él un amigo y un confidente; tal vez, su matrimonio no sea una simple unión para dar herederos a la Corona de Inglaterra. Todo ese corto sueño se ve estropeado cuando Jorge se aleja de ella sin dar ningún de explicación y dejándola a ella sumida en las sombras y creyendo que el problema es ella.
Las idas y venidas de la pareja durante los primeros cuatro episodios se deben precisamente a los secretos que oculta el rey Jorge: su terrible enfermedad para la que aún no existe cura y que le causa episodios de delirios. Mientras trata de ocultar su demencia, se pone en manos de un médico, cuyo tratamiento se basa en torturas para con el Rey, que no hacen si no agravar su condición y sumirlo en una desamparo absoluto. Mas Jorge no cree tener otra opción si su deseo es curar para estar con, ya su amada, Carlota.
Aunque el relato está narrado desde la mirada subjetiva de la reina Carlota, danza alrededor de esta el punto de vista del monarca. Así, cuando finalmente la Reina vive un episodio de delirio de su marido, la historia vuelve a retroceder hasta el inicio para contar esta vez el relato de Jorge y cómo ha vivido hasta ese preciso momento. De repente, se descubre ante el espectador a un rey sensible, inocente, amoroso… un rey por obligación más que por deseo, a quien han educado desde pequeño para “la felicidad o la desgracia de una gran nación”. Un rey que no ha conocido la felicidad hasta que ha posado su mirada en su reina y por ella ha querido ser mejor.
Si bien no se conocía la causa y la solución a la enfermedad de Jorge, a lo largo del relato podemos distinguir los momento de delirio del Rey: solo tiene episodios tras momentos de gran tensión. Las palabras de la obra no lo dice, pero su narrativa lo hace evidente una vez tras otra: el momento en el que le dicen que se va a casar, el día de su boda, tras la fuerte discusión con su madre sobre la consumación de su matrimonio y cuando su médico le dice que Carlota está embarazada.
Esta última vez mencionada tiene un sabor agridulce. Las técnicas usadas por el médico son dudosas pero, ante la desesperación, el rey accede a cualquier cosa. Sin embargo, Jorge también es un científico y sabe que los mayores descubrimientos de la ciencia son guardados por sus descubridores. Es más que evidente en la forma de actuar del médico, que si bien no sabe exactamente qué causa la enfermedad, sabe muy bien que una alteración en el estado de ánimo fuerte provocará un episodio de delirio, especialmente si esta es negativa.
Cuando el médico presenta sus servicios a la reina viuda madre de Jorge, niega el uso de herramientas de tortura y dice que su método es simplemente hablar con él. Y aunque podemos estar de acuerdo en que estaba equivocado en todo su estudio, en el que finalmente tortura a Jorge en contra de su palabra inicial, sí tiene razón en algo. Si es la voz adecuada, sí puede ayudar al monarca.
La voz de Carlota. La que tras conocer toda la verdad de los delirios de su esposo, sigue insistiendo en estar a su lado. Hasta librarle de las manos de aquel que se hace llamar médico. Y aunque la enfermedad de su amado no cesa, sí se ve retenida y aliviada al tener alguien con quien compartirla. La voz y el amor de Carlota calman a Su Majestad y lo ayudan a sobrepasar momentos de debilidad frente a su pueblo.
Los saltos de tiempo entre el presente de los jóvenes monarcas y su futuro son cuidados y nos presentan una evolución del personaje de Carlota que rompe con la dulce joven, pero decidida, recién llegada a Inglaterra. La Reina Carlota del futuro busca que sus hijos continúen la línea real de una forma tan fría que parece no ser la misma Carlota enamorada de un loco rey Jorge. Deben ser los años los que endurecen a su alteza, para la que se ha parado el tiempo con su marido quien no la reconoce en su vejez. El viejo rey Jorge no es capaz de mantenerse cuerdo y vive en un episodio infinito de locura para quien el tiempo no pasa y su amada Carlota sigue siendo la misma jovencita de 17 años que llegó un día a su palacio.
De hecho, a este congelado Jorge lo conocemos en la segunda temporada de Los Bridgerton, cuando confunde a una joven novia con la que un día fue su joven Carlota. Este momento ya conmocionó a todos y lo vuelven a conseguir en esta nueva serie.
Y si momentos que conmocionan han de ser mencionados, no puede faltar el que ha robado el protagonismo a los mismísimos reyes de Inglaterra. Hablamos, por su puesto, de la historia de amor entre Reynolds y Brimsley, los mayordomos del Rey y la Reina, respectivamente. Un amor prohibido, por razones temporales obvias, que se roba momentos tan especiales como el baile alejado de la alta sociedad. Y si una reclamación debemos hacerle a los cineastas es haber suprimido parte de la escena más melancólica.
En el libro publicado por la autora novelística y la guionista de la serie, los monarcas ven a sus mayordomos bailar y Jorge dice la frase que se ha vuelto viral en redes, a pesar de no ser escuchada en la serie: “Ellos necesitan este momento más que nosotros”. Resume a la perfección el privilegio que una pareja tiene y que la otra nunca tendrá. Al menos, lo muestran de otra forma, al desvanecerse la joven pareja de mayordomos en un viejo Brimsley bailando solo en la misma oscuridad en la que se escondía su versión más joven con su amado.
La serie está construida gracias a miles de partes de un equipo de trabaja en sintonía y nos regala una preciosa obra de arte. Dirección, Arte, Guion, Sonido, Edición… el trabajo de todos es espléndido. Otra parte fundamente, hasta ahora no mencionada, es la banda sonora original de la obra. Dentro de este universo construido a base de historia y ficción, la música ha jugado un papel fundamental. Han hecho de las piezas interpretadas en la obra una seña de identidad para todo el universo Bridgerton. Y parece muy sencillo el coger canciones pop de nuestros tiempos y adaptarlas a las características del siglo XVIII, pero en realidad es un trabajo brillante y que le confiere personalidad. Además, separa la obra lo suficiente de la realidad histórica para que quede claro que lo que se está disfrutando es ficción. Ahora, cualquier canción nacida en nuestro mundo contemporáneo pero interpretada a base de cuerdas y sin voz te traslada de forma inmediata a los Bridgerton (y la Reina Carlota)
La última escena de la serie es desgarradora. Un viejo rey que no conoce a su reina. Y una vieja reina que se llama a si misma ·”tu Carlota” para que el Rey la reconozca como suya. Su amada. Y a pesar de eso, la enfermedad ya tan avanzada 50 años después impide que la reconozca. Solo cuando Carlota retrocede atrás en el tiempo y se comporta como su yo de 17 años, debajo de la cama y le pide a su amado que se esconda con ella. Es ahí cuando Jorge la reconoce y es capaz de trasladarse él mismo al presente, poniendo un alto a su locura para escuchar lo que Carlota tiene que decir.
Es la forma perfecta de cerrar un relato de amor que sufre por el tiempo. El guion es magnífico, no se podría esperar otra cosa de la guionista y la novelista. Pero en este caso, son los planos los que elevan la enunciación a su máximo nivel.
En los últimos planos subjetivos de la serie, podemos ver a los Reyes a través de los ojos del otro. La Carlota de 60 años ve a su joven Granjero Jorge. El viejo Jorge ve su joven joya Carlota. Y mirándose a los ojos, Jorge vuelve al día de su boda al decirle que no saltó el muro.
Así, la serie cierra de una forma absolutamente redonda, reuniendo a las dos versiones de cada monarca en el lugar más seguro para ellos. Dos versiones, una joven y otra casi anciana. Porque aunque los años pasen, se siguen viendo con el mismo amor y pasión con los que se miraron a los ojos el primer día: cuando Jorge le dijo a Carlota que, para ella, era “solo Jorge”.
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Estreno en Netflix: 4 de mayo de 2023
Creada por Shonda Rhimes
India Amarteifio como Carlota
Corey Mylchreest como Jorge
Disponible en Netflix
Valoración personal: 5/5
